La selección de Ramiro McTersse (Ramiroquai), director del programa Bandera Negra de Radio 3, la mejor apuesta del pasado MULAFest.
Cinco horas de «sudor y sangre», de las de alta intensidad, que se reducen a unos grandes artistas nacionales con unos directos impecables.
Tan sólo con ver el cartel del sábado 23 de Junio sabíamos que MULAFest y Ramiroquai habían acertado de pleno en la propuesta musical de este año, con más o menos afluencia, algo que realmente no importa cuando se disfruta de una calidad 100% de artistas de la talla de Le Mur, Bones Of Minerva, Trono De Sangre, Minor Empires y Revolta Permanent, cerrando con una corta sesión de pinchada por parte de Ramiroquai (a quién por cierto, también tuvimos el placer de disfrutar durante el Download Festival con una sesión de grandes temas del rock y metal nacional e internacional).
Lo que nos impactó
Si algo podíamos destacar de este día en especial, es que cada una de las bandas supo transmitir perfectamente su música a todo el público presente en el Escenario de la Isla. Pero ya parándonos a analizar cada una de las bandas presentes, tenemos que hablar sobre la potencia vocal en Le Mur, una banda ya activa desde hace unos años y que consiguió gracias al crowdfunding lanzar su primer álbum de estudio, «El brote», el pasado año.
La voz de Elsa Muñoz bailaba visceral y desgarradora entre las líneas de las melodías de Le Mur, un sonido propio y redondo que hacen de esta banda de rock alternativo un directo frenético, completo y verdaderamente potente.
Continuaban Bones Of Minerva, una banda que estos últimos años se está labrando el respeto de los más escépticos (e ignorantes). Porque sí, es una banda compuesta íntegramente por mujeres, pero, ¿desde cuando «banda de mujeres» se considera un género musical? Esta banda, como cualquier otra y
fuera de clichés absurdos, demuestra como la calidad no se encuentra escondida tras el género de sus integrantes.
Porque son unas guerreras que pisaron el escenario para ganarse el respeto, repetimos, y fascinación de todos los presentes. Un trabajo de fondo que se ve reflejado en su directo, que destaca por la pasión y el movimiento, la rabia y la fuerza de su contundente metal.
Unos cambios vocales que nos impactaban, desde agudos a guturales y una línea melódica compacta con un fuerte carácter ritual que nos sumergía entre sus ritmos, hasta transportarnos a lo largo de su universo, con sus últimos temas como “Privilege” y “Vehemence”.
Justo después les seguían las bandas Trono de Sangre (a quienes también veremos en Resurrection Fest) y Minor Empires, con componentes que gozan de gran experiencia sobre los escenarios.
Así por ejemplo destacamos a Juan Blas, a quien conocíamos de su largo recorrido con Nothink, que se estrenó hace poco también con Caboverde, su nuevo proyecto, junto a Avida Dollars en la sala Siroco a principios del pasado mes. Un artista con una voz inimitable, cálida y potente, llena de personalidad que disfrutamos con Minor Empires.
Y continuando con el elenco de artistas, también podíamos ver sobre el Escenario de la Isla a Fernando Moreira que hacía «doblete» con su doble salida de escena para estas dos bandas. O a Javier Seisdedos de Moonich, gran amigo y compañero de Juan Blas, con quien comparte proyecto también en Caboverde, como bajista.
Y podríamos continuar mencionando a todos ellos, que tienen un gran compromiso con la música y llevan realmente muchos años involucrados. Obviamente, así suenan.
Por cierto, para cerrar Trono de Sangre, Blue, cantante de Bones Of Minerva, fue invitada a subir y cantar junto a la banda uno de los temas: impactante.
De nuevo destacamos la calidad, la puesta en escena, la seguridad sobre las tablas, y como decíamos, impecables.
Y para cerrar, antes de la breve pinchada de Ramiroquai (que se vio afectada por los retrasos por problemas técnicos al comienzo de la sesión), nos encontramos con la interesante propuesta de Revolta Permanent.
Pura actitud y un euskera vomitado entre sus versos que nos hacía implicarnos en el pogo más de una vez. Porque esta banda bajaba desde el norte para traer consigo acción, movimiento, garganta, oscuridad y batalla. Un nombre que ellos mismos pusieron a la banda con motivo de provocar «somos euskaldunak pero el nombre es catalán», nos decían. Y es que, aunque la mayoría de nosotros seguramente no entendiéramos sus letras, sin embargo sí sabíamos qué transmitían. Un sonido tildado de electrónica que hacían mover al público a lo largo de todo su setlist.
Este fue un encuentro único entre bandas con un gran talento en el panorama nacional, a las que deseamos volver a disfrutar a lo largo de este año al menos, una vez más.
2 Comments