Una Vez Medianoche ha llegado con su nuevo álbum, completamente sinestésico, para alterar todos nuestros sentidos.

El nuevo grupo de Pascal Chahin y David Cobos nace de sus conexiones creativas, sonoras y vitales, plasmadas ahora en su álbum debut, «Amanecer»

De nuevo, hacemos un ejercicio de reflexión. Pedimos cerrar los ojos, introspección, una escucha limpia, sincera, sin interrupciones. Así es como pedimos, descubráis «Amanecer». Un álbum de emociones, canciones muy reales, experienciales, unas letras muy «físicas» sobre melodías flotantes, vaporosas, exquisitas e inquietantes. Toda una vida que envuelven en una atmósfera compuesta por una guitarra, bajo y batería como base, donde sutiles arreglos acompañan también a las profundas estructuras rítmicas, y melodías que se mueven tras las líneas de cada una de las historias que envuelven este LP.
Un disco que Manuel Colmenero se ha encargado de producir en los estudios Sonobox, y en definitiva un viaje de experimentación al que debéis adentraros para acompañar a Pascal y Cobos, que han conseguido un nuevo proyecto al que podemos ya tildar, como poco, de místico y trascendental.
 

Atentos a la entrevista, ¡podéis conseguir su nuevo disco!


¿Es este realmente vuestro primer trabajo profesional?

David Cobos – Hemos grabado otras cosas con otros proyectos, EP, no discos, eran más canciones sueltas. Pero Pascal… bueno él es compositor, hace melodías para Cuarto Milenio.

Pascal Chahin – Sí, sí, bagaje hay, vaya, ja, ja, ja.

Y, partiendo un poco de todo esto, tenéis temas que tiran desde el indie pop hasta conseguir matices más rock en algunas de las melodías… ¿qué referencias tomáis?

Pascal Chahin – Bff… Él tiene unas y yo otras. Me gusta mucho la música de los 70, Led Zeppelin, lo psicodélico, Pink Floyd, incluso tirando a cosas más actuales, Incubus y A Perfect Circle. Soy muy friki del rock «matemático», en el disco hemos cogido toda esa esencia, que sumada al post-rock, el ambiental, hemos llevado hasta el pop rock. El anterior proyecto era más duro, teníamos un aire más a Tool quizás, como más progresivo, es lo que nos unió. Todo este trasfondo está escondido en nuestro disco: las guitarras, las melodías de voz, que no son tan típicas como las lineales que te encontrarías en el indie pop.

En todo este proceso compositivo, ¿cómo ha sido la evolución y las expectativas?

Pascal Chahin – Había canciones planeadas y otras que sin embargo, de cómo empezaban a como son ahora, no hay color. Por ejemplo, «Li.v.», antes era una canción mucho más larga y compleja. Siempre que empezamos a componer, nuestro proceso es: guitarra acústica, bajo y voz, porque si empezamos con los pedales y todo eso, al final no ves el núcleo o la esencia. Lo primero es coger la guitarra, siempre hemos tenido claras las melodías y estructuras.

David Cobos – Así es, luego la producción, que es la forma final, va evolucionando. Pero la idea fija de algunas canciones se mantuvo, nunca se cambió una melodía aunque si es cierto que el productor nos comentó el hacerla más asequible y lo tuvimos en cuenta. Todo se iba generando, se iba colocando antes.

A la hora de preguntaros qué fue antes, si «el huevo o la gallina», en vuestro caso, cómo fue.. ¿antes letras que melodías o al revés?

Los dos – La melodía.

Pascal Chahin – Sí, eso está súper claro, ja, ja, ja. Las guitarras, lo primero. Llegamos a componer casi cincuenta canciones para el disco, porque nuestro productor nos dijo que para un buen disco teníamos que hacer treinta canciones como mínimo. Llegó un punto que sólo enviábamos bocetos de estrofa y estribillo, sin completar, sin letra, cantada la melodía. Imagina escribir cuarenta letras, es buen ejercicio pero… bueno, así fue como hicimos las cosas.

David Cobos – Al final descartamos hasta quedarnos con trece o catorce, y de esas sí se escribieron letra.

Y, ¿hasta qué punto se ha implicado vuestro productor?

Pascal Chahin – Yo creo que lo justo, nos ha respetado y nos ha dejado crear. Hemos sido bastante libres, es cierto que nos habría gustado quizás meter alguna canción algo más complicada, pero aún así nos sirvió de gran ayuda.

Esto es sólo un acercamiento a lo que somos realmente.

¿De estos cuarenta temas entonces hay alguno que sea «cara B»?

Pascal Chahin – De hecho sí, estamos pensando en sacar singles con alguna de ellas para agosto o septiembre del próximo año.

David Cobos – Bueno, y en el último concierto tocamos dos de ellas también, además de los temas del disco.

Cara a los festivales, ¿estáis empezando ya con la promoción?

David Cobos – Lo que haga falta.

Pascal Chahin – Hasta cualquier festival, el más pequeño, de bandas emergentes… nosotros ¡de cabeza!

David Cobos – Me gustaría ir al Monkey Week, parece que se monta algo bastante gordo. Así de los grandes, el BBK sería genial, pero bueno… partido a partido, como diría Simeone.

Y si hablamos de bandas, ¿con quién os gustaría tocar?

David Cobos – Rufus T. Firefly, Havalina, son increíbles. Vetusta Morla, Second. Radiohead.

Pascal Chahin – ¡Eso sería un sueño! Ja, ja, ja.

Hablando ahora sobre el disco, aunque sea pregunta común (también necesaria), ¿en qué se basa?¿cuál ha sido la inspiración para crear toda esta atmósfera?

Pascal Chahin – Cobos y yo… bueno somos personas muy intensas. Tenemos cosas muy profundas, un gran mundo interior. Entonces, al final, queríamos meterle las vivencias más fuertes y personales que hemos vivido. Yo estoy en un mundo abstracto, moviéndome más entre constelaciones, Cobos es más terrenal.

Esa mezcla entre lo universal y lo terrenal es lo que consigue este equilibrio. Es por eso que yo hago las melodías y Cobos escribe las letras.

El disco es la vida, el amanecer «Halos de Sal», una atmósfera cálida, los colores del alba… un día te sientes más triste u oscuro, como que necesitas salir… a mi me encanta el terror y el misterio como «Una Vez Medianoche». Esto es lo bueno de la música, que puedes plasmarlo todo.

Tanto como lo que se plasma en la portada…

Pascal Chahin – Así es. Al final la mujer es la que lleva la vida, la que la crea, por eso quisimos ponerla junto a la inmensidad del universo. Y lo de Australia, de la contraportada…

David Cobos – Según tocaba los primeros acordes de «Australia», yo le pregunté  Pascal, ¿pero esto dónde te lleva? Y coincidió que una amiga nuestra no encontró su sitio en España, así que cerró ciclo para marchar a Australia. El tema fue creciendo, la temática, y al final le pedimos permiso para hablar de esa situación, pero desde el concepto de la búsqueda. Así fue como surgió. Es una canción a la que le tengo bastante cariño. Era una canción que indiscutiblemente tenía que estar.

Definitivamente este álbum es bastante introspectivo ¿qué ejercicios hacéis con respecto a esto, para componer?

David Cobos – Depende del día. A veces estoy en el trabajo y se me ocurre algo. Otras veces me desvelo porque se me ocurren cosas. Incluso los días que estás un poco gris. Y cuando estás en euforia, muy feliz. Luego lo ves y piensas… lo mismo se pasa de felicidad. Aunque surgen cosas.

Pascal Chahin – Es verdad que cuando trabajamos las canciones es todo muy intenso. No hacemos otra cosa que concentrarnos al máximo, sólo estamos nosotros y la música.

 


¿Quieres entrar en el SORTEO del nuevo álbum «Amanecer» de Una Vez Medianoche?

Mándanos un mensaje diciéndonos con qué canción de su nuevo álbum te quedarías, te dejamos una pista AQUÍ. Además, recuerda que si compartes en Facebook (post en modo «Público») y en las stories de Instagram (mencionando a @blanquinni o @unavezmedianoche) ¡tendrás muchas más posibilidades de ganar!

*El ganador o ganadora se anunciará el 15 de enero de 2019

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