Preguntamos a Pablo Carbonell sobre el pasado y presente de la música
Las sinceras declaraciones del cantante de Los Toreros Muertos que nos harán reflexionar sobre la situación del panorama actual
La larga trayectoria de Pablo Carbonell en escena nos ha resultado irresistible, para conocer ese espíritu crítico que tan popular hizo a Los Toreros Muertos en el movimiento de contracultura más punk del país, allá por los 80, formando parte substancial de La Movida Madrileña.
Una época que marcó a la llamada Generación X y que dejó todo un legado a quienes, aún no habiendo vivido los 80, continúan con un espíritu que esperemos nunca se apague. En una época, la actual, donde las redes sociales han convertido a parte de los usuarios en dramáticos guerrilleros, personajes tras pantallas y lenguas afiladas, donde se tiran cuchillos sin criterio y donde muchos utilizan su posición de poder para «alienar» a sus seguidores frente a temas de opinión pública, Pablo Carbonell parece aún defender el poder de las palabras, y la libertad de expresión, en una atmósfera de amenazas enmascaradas. Sin haber perdido ese espíritu libre que bebió junto al resto de Los Toreros Muertos, del punk y el rock, nos ha contestado sin tapujos a una buena ronda de preguntas.

Los Toreros Muertos continúan imparables tras acumular cientos de fechas por todo el mundo con nuevas fechas por el país: El día 23 de Marzo podremos verlos durante la gira de «Yo Fui a EGB» en Bilbao, y si te queda lejos de la capital, llegarán a Madrid con un gran «Estruendo Folklórico» el 12 de abril.
¿Qué fue para vosotros la EGB?¿Y qué es para vosotros pasar por “Yo Fui a EGB”?
Resulta gracioso el título de «Yo fui a EGB», me recuerda a una camiseta que vi en Sarajevo de Yo estuve en Sarajevo en 1994. A pesar de eso la EGB no me pareció especialmente grave entre otras cosas porque los niños de entonces no cuestionábamos los planes de estudio por muy infernales que fueran. No teníamos oportunidad ni de toser sin llevarnos una bofetada.
Había una verdad y los profesores estaban en su posesión.
En mi caso, en Cádiz, los profesores de música e inglés dejaban mucho que desear. Eran unos zotes pero no podías cuestionarlos.
¿Qué sensación tenéis al tocar frente a distintas generaciones entre el público?
No te sabría decir pero sé que a los chavales les sorprende mucho el sentido de nuestras canciones, el mundo iconoclasta, la sátira, y la actitud tan desinhibida de gente que podrían ser sus padres. Los jóvenes creen que la chaladura de su edad se pasa con la madurez y se llevan una sorpresa.
¿Diríais que habéis creado escuela?¿Cómo habéis visto la evolución del rock en España?
Pues hay de todo pero gente que bromee como nosotros ya no quedan. El sentido del humor está desterrado de la música. Si creamos una escuela debió cerrar por falta de recursos para alimentarse. Aunque hay notables supervivientes a los que no podría llamar discípulos: Siniestro Total, Costas, No me pises que llevo chanclas y Los Gandules.
¿Cuál es el mayor impacto que los 80 ha dejado en nuestra sociedad?
La generación que disfrutamos la libertad de expresión como el que descorcha una botella de vino espumoso somos los testigos de que hubo un tiempo en el que no había que cogérsela con papel de fumar para expresarse.
Ahora con las redes sociales se ha desatado una marea de “ofendimientos” que ríete tú de la censura.
Aquello se podía burlar o te podías arriesgar a hablar, ahora hace falta un estómago muy resistente para aguantar tanta indignación y tanta mala baba.
¿Pensáis que actualmente se está generando un nuevo movimiento o escena potente en nuestro país?
Hay grandes intérpretes, no hay duda, pero el mensaje y la personalidad está desdibujada. O yo no me entero de qué es lo que me están contando, que también puede ser. De todas formas hay algo mucho más grave, parecer ser que para ser músico tienes que ser concursante. Eso antes no pasaba. Podemos definir esta época como la edad del cucañismo musical.
¿Junto a quién, de la época de los 80, os gustaría recordar algún clásico de La Movida?¿Habrá sorpresas en “Yo Fui a EGB”?
Me encantaría poder cantar “Branquias bajo el agua” de Derribos Arias junto a Poch. Pero es imposible en esta dimensión. Por nuestra parte pondremos toda nuestra magia en conseguir que los temas suenen como si los hubiéramos escrito hoy. Esa será una buena sorpresa, puede haber más.
Más de treinta años sobre los escenarios. Ahora, toda una gira… ¿cómo ha cambiado la vida sobre las tablas?
Sobre las tablas nada ha cambiado, las canciones, las ganas de divertirse son las mismas. El escenario es como una balsa.
La creatividad permanece inalterable sobre un mar embravecido y monótono.