FEVER 333 dieron la nota en esta última edición de Download Festival
No hace falta un gran despliegue de medios para demostrar un buen espectáculo
Por si alguno de los asistentes al pasado Download Festival lo dudaba, FEVER 333 dio toda una lección de humildad frente a las grandes producciones que acostumbramos a ver en los cabeza de cartel. No hace mejor espectáculo quien más cosas lleve, y ellos nos lo han dejado claro. Sin cañones de confetti, sin humo, sin fuego ni «explosiones». Porque ellos son la explosión: Tres artistas que tan sólo bajo la enorme tela blanca con el estampado de su logo y el propio backline, ayudados por su incesante locura, crearon un show de alta intensidad que nos dejó completamente sorprendidos. Salvajes, rebeldes, reivindicativos, así son estos estadounidenses que nos hicieron creer que su concierto fuera casi una alucinación.
Jason Aalon salía desde detrás del escenario con un look muy radical, escondido bajo un mono de presidiario y un saco negro que le cubría el rostro por completo. De fondo, una grabación de voz, que nos introducía en el ambiente, hablando sobre la locura, la sociedad, el mundo, con notas de distintas locuciones. De repente, intuímos una melodía que va comiéndose cada vez más estas voces. Así, aparecían Stephen y Aric, completando FEVER 333. Con un puño alzado, Jason retiraba el saco de su cabeza para empezar a brincar con «Burn It», cruzándose en el escenario constantemente con Stephen Harrison a todo gas. Así nos introducía en su particular rapcore, haciendo saltar desde el primer tema a todo el mundo. Aunque la banda tocaba en uno de los escenarios pequeños, había generado tanta expectación que congregaba a más público del que era de esperar para ese mismo stage.

No se reservaron ni siquiera el que consideramos su tema estrella para el final, tocando «Made An America» al comienzo, canción que gran parte del público se animó a corear mientras había cada vez más movimiento, con pogos en la caliente grava del recinto de Madrid, que por cierto, este año no puso césped en ninguna de las ubicaciones. Y así pasaban rápidas las canciones, con un batería que saltaba de pie sobre su asiento para clavarse de nuevo en él, y calvar también cada nota, con unas incesantes piruetas que bien podría hacerle medallista del Circo del Sol… pero uno de los momentos estrella llegó cuando Jason, que no paraba quieto, decidió que el escenario quedaba pequeño para su «Out Of Control». Así que no fue otra su decisión que la de subirse al camión cisterna del agua, con el que nos daban manguerazos indiscriminados durante la tarde, para acabar su tema, efectivamente sí, fuera de control, sobre éste. Sorprendente también la longitud de cableado del micrófono, que dio de sí hasta más allá del escenario. ¿Quizás la próxima vez se anime con uno inalámbrico?
Por otra parte, FEVER 333 también nos dejó otras muchas sorpresas como el propio reto de tocar a ciegas uno de los temas, algo que Improta, batería de la banda, hizo de una manera completamente perfecta y sincronizada sin fallar ninguna de las notas. O el momento en que Jason decidió, con ayuda de Stephen, mover las pantallas para recorrer el escenario saltando sobre ellas. Con temas como «One Of Us» animaba a todos a mover las manos en alto, como en los conciertos de rap, para más tarde, antes del momento más fuerte de la canción, hacernos bajar para levantarnos saltando en la mayor fiesta montada en el Download hasta el momento. Hubo momentos como el de ondear una enorme bandera que tampoco fallaron… y muchos más detalles que se nos escapan.
Porque FEVER 333 son realmente imposibles de relatar. Hay que verlo para creerlo.
Tenemos que añadir, que la banda trajo consigo un discurso que recitan prácticamente en cada directo desde hace años, como podemos ver en el video de The K! Pit grabado por la prestigiosa Kerrang, basado en el respeto hacia la diversidad, que se nos quedará grabado junto a este inolvidable espectáculo vivido el pasado domingo 30 de Junio.