Scott Kennedy sustituye en While She Sleeps a la voz de Loz Taylor… ‘SO WHAT?’

Son Stellae nos ofreció una experiencia completa y Slipknot volvió a sorprender con su impactante puesta en escena

Nos despertamos una mañana más en Viveiro, pero esta vez, con muchas ganas de descubrir más sobre la localidad. Ya son cuatro los años que hemos «experienciado» el Resurrection Fest, pero poco sabíamos más allá de él (y de las maravillosas empanadas del Gadis y el popular Galipizza que nunca falla durante el festival).

Así que, acudimos a Son Stellae para que nos ayudara a ampliar nuestros conocimientos sobre no sólo la gastronomía de este pequeño pueblo gallego, sino del lugar, sus parajes y costumbres. Por la mañana, nos esperaba un minibus que nos llevaría hasta los acantilados la Costa del Loiba… una ubicación impresionante en la que aconsejamos hacer parada, para también visitar el famoso banco que alguna vez ha aparecido en el teaser de ediciones del Resurrection Fest. Sí, el «Best Bank of the World» en el que contemplamos unas vistas que nos llevaban hasta divisar el cabo de Estaca de Bares y cabo Ortegal. Después bajamos a una escondida cala en la que hicimos una pausa para disfrutar del momento, bebernos una Estrella Galicia y reponer fuerzas cara al festival.

Tras esta excursión, nos escapamos al recinto desde primera hora… Ávida Dollars nos esperaba, a las 15hrs, en el Chaos Stage. Los de Barcelona venían preparados para ofrecernos uno de sus mejores conciertos de este año antes de la publicación de su próximo álbum, «A pesar de todo», del que estrenaron algún nuevo tema en directo. Completamente entregados y explosivos, y a grito de «Mano al Cuello», denunciaban también el abuso y la agresión con una de sus canciones más potentes, mientras en «Berriak», uno de sus temas más antiguos, nos enganchábamos al riff de su intro con un Xavi Camilleri (bajista de la banda) que no paró de hacer headbanging durante todo el concierto. Hubo muchos momentos especiales durante el repaso de su ‘Esencia’, publicado hace ya siete años, con canciones tan coreables como su «Croacia».

Sin lugar a dudas, una banda de la que merecerá la pena tener noticias pronto, cara a su próxima publicación que dará la luz a lo largo de este año, con alguna fecha ya confirmada (que aún no podemos desvelar). Mientras tanto, Ávida Dollars nos dejó como regalo su ya mencionado «Mano al Cuello», junto con «Hielo y Fuego» y «Ojos de cristal», que tocaron completamente del tirón… nos espera una buena a la vuelta del verano: No te los pierdas.

Poco después, el polvo se levantaba en las tierras gallegas: Brothers Till We Die regresaban por todo lo alto, en esta ocasión ganando un poco más de terreno en el festival, con un directo afilado y contundente, sobre el Main Stage. Es increíble ver cómo en unos años las bandas nacionales también van creciendo a la par que las internacionales, acumulando adeptos que se unan a participar, incluso a las cuatro de la tarde, de este espectáculo… en el que la evolución de la banda es más que palpable, desde su ‘We Will Never Grow Up’ a ‘The thing Live Between Live and Inmortality’, del que no pudo faltar su conocido «Hand To Hand», que a acumula más de 100K de escuchas en Spotify.

Eran muchos los que decidían acercarse a pesar del calor para batallar con Felipe, frontman de la banda, que decidió darse «un chapuzón» con su público, mientras presentaba su recién publicado ‘Touch These Wounds, I Came Back From Death’ a Viveiro. Con un sonido a manos de Alex Cappa, sentíamos como los poderosos riff nos impactaban directos al pecho y convertían a muchos en kamikazes que decidían unirse a uno de los primeros wall-of-death de la tarde, con algún que otro karateka incluído.

Más profundos y más intensos que nunca,

rozando el deathcore e infundiendo el temor en nuestros corazones, se presentaron ante la multitud coronándose como una de las mejores bandas nacionales de la escena. Muy agradecidos con su público, además decidieron no sólo regalar púas y baquetas, sino también lanzar nuevo merchandising para recordar a todos su nuevo álbum ‘Touch These Wounds, I Came Back From Death’. Pero para nosotros, el mejor obsequio fue tenerlos a ellos sobre las tablas, una vez más.

Tras acabar este concierto, por cierto con un final muy «ravero», nos vamos hasta el Ritual Stage para disfrutar de Childrain, que llegaban desde Gasteiz con un nuevo trabajo estelar bajo el hombro, su reciente álbum ‘The Silver Ghost’. Así, Childrain nos congregaba para dar culto a este plateado fantasma, que continúa conservando el sonido esencial de la banda, siempre caracterizada por una fuerte personalidad en la que partes melódicas se funden con los guturales desgarradores de Iñi, creando un equilibrio perfecto que nos metía de lleno en su directo. Pero no todo fueron nuevos temas, sino que para quienes seguimos su trayectoria, también nos regalaron otros con los que ya pudimos verlos en su «Matheria Tour», del que destacamos su paso por el Download Festival en 2017. Aplastantes, coreamos junto a ellos su “Matheria Act II.” y “The farewell parade”, para acabar por todo lo alto, cerrando su directo con «Awakening», uno de los temas más populares de la banda.

Era el momento para While She Sleeps, que tan sólo unos días antes nos comunicaba vía redes sociales una mala noticia:

Loz Taylor se retiraba de la gira europea por motivos personales.

Sin ninguna otra explicación más, que abre la ventana de comidillas y suposiciones de las que no queremos participar, sin embargo nos ofrecían un aliento esperanzador. La banda se comprometía ante todos a presentarse en Resurrection Fest con una voz que estuviera a la altura de su directo. A pesar de que todos sabemos la complejidad que implica cantar como lo hace Loz, dada la técnica depurada de su voz, While She Sleeps se presentaba con un Scott Kennedy enérgico, que supo mover al público a su favor. Con algunos más convencidos que otros, el cantante de Bleed From Within luchaba contra el sonido del escenario, que podía haber sido algo mejor, para presentar junto a la banda temas de su nuevo álbum ‘SO WHAT?’, entre los que destacamos «ANTI-SOCIAL» y «HAUNT ME», con la que la tentación de entrar en los pogos se hizo inevitable. Si bien Scott no trepó por la estructura del escenario ni se volvió excesivamente loco, este directo fue mucho más que correcto, superándose con temas antiguos como «Four Walls», «Brainwashed» y su gran himno «Silence Speaks». Enhorabuena Scott, no es fácil enfrentarse a un directo tan imponente.

Volvemos a la escena nacional para visitar el Desert Stage, y con él, a Santo Rostro. Los salvajes de Jaen nos adentraron en un escenario crudo, agresivo, pero también en equilibrio con nuevos sonidos electrónicos que poco se han visto en bandas de stoner o doom. Fuera de convencionalismos, descubrimos en ellos matices grunge que se entremezclan con el sludge, en una interesante combinación donde Santo Rostro no sólo nos hizo disfrutar de sus temas más recientes, como «Vacío Inicial» que pasará a formar parte de su nuevo trabajo aún sin publicar, sino también de clásicos como «Hylonome».

El trío no paró de ofrecernos un gran espectáculo, donde Miguel Ortega se tiraba por los suelos en los momentos más intensos del concierto.

Como sorpresa, y no, no vamos a decir que sucediera algo como lo del pasado año (ya están redimidos), Javi López de Cabeza de Caballo se sumó en escena para versionar a Pentagram con «Forever My Queen»… ¡vaya combo!

Y mientras Trivium hacía de las suyas en el escenario principal, nosotros nos quedamos en el Desert Stage de nuevo para ver un poco más de stoner, esta vez con Wet Cactus, que tanto nos recuerdan a Kyuss. Si bien es cierto que no había mucho movimiento sobre el escenario al comienzo, poco a poco los integrantes de la banda se fueron desmelenando (casi literal) para ofrecernos un concierto, aunque un tanto sobrio, sin embargo excelente. Con un sonido inmejorable, pudimos disfrutar de punteos y riffs de tintes oscuros, como los que componen su ‘Dust, Hunger & Gloom’ publicado el pasado año y por supuesto de uno de sus temas cumbre, que no podía faltar, «Damned Rope», al que recomendamos dar una buena escucha.

A las 23hrs llegaba el momento más esperado de la noche del viernes: Slipknot regresaba a nuestro país de nuevo (y para quien no pudo verlos en el Download) tras casi un década desde su última aparición. Se notaba la emoción en Viveiro… la banda comenzaba con el potente “People=Shit” que enlazaban a un “(sic)” en el que el público no paraba de volverse loco. Y es que, tras la escenografía de bidones y pantallas, las luces y ventiladores enormes y por supuesto, las polémicas máscaras, pudimos contemplar todo un espectáculo con el que también presentaron su nuevo tema “Unsainted”. Pero nuestras sensación, al igual que la del resto del público, fue más bien la de

un repaso generalizado a todos los éxitos de su discografía: «Before I Forget», «Psychosocial», «The Devil And I» o «Duality»

nos hicieron emocionarnos por partes iguales en lo que fue todo un homenaje a su vuelta por España.

Y por si aún quedaba un ápice de energía, Converge estaba preparado en el Chaos Stage para ofrecernos su música, en cuerpo y alma. Poderosos sobre el escenario y con una increíble puesta en escena, veíamos a su cantante de un lado a otro del escenario, enloquecido tras sus despiadados lamentos y guturales llenos de rabia, con una fuerza aplastante. Los estadounidenses fueron directos y vertiginosos, y aunque hubo algún problema de sonido en el que se perdía a parte de la banda, eso no nos hizo perdernos temas como «Reap What You Sow» o su “All We Love We Leave Behind» con el que prendieron el gallinero.

Crisix cerraba la noche montando una fiesta final en el escenario principal. Como ya estamos acostumbrados a ver en sus conciertos, y no es para menos, su guitarra bajó con el público para que los que aún tuvieran fuerzas, montaran un circle pit con «Conspiranoia» alrededor de él. Y aunque trajeran un último disco bajo el brazo, ‘Against The Odds’, esto no hizo que faltaran temas tan clásicos como “Ultra Thrash”, en el que hicieron participar a muchos de los que quedaban sobre el propio escenario.

Así acabábamos la noche en Viveiro, por supuesto pasando por el stand de American Socks, que desde hace unos cuantos años lleva montando un Dj Set con temas de esos que, entre clásico y clásico, podrían colar al público de las 2A.M., con risas aseguradas y que este año se trasladaron al Desert para ofrecernos los mayores hits de los ´90 y ´00 sobre la pista.

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