El último día de festival conocimos el backstage del escenario principal gracias a Son Stellae

Nos adentramos por la ría de Viveiro y volvemos a Resurrection Fest para disfrutar de Testament

A primera hora, nos dirigimos hasta el embarcadero de Marina Viveiro para subirnos a la barca Catro Vellos Mariñeiros, encabezada por Manuel, un lobo de mar autóctono que nos llevó a conocer la Playa de Covas, hasta llegar al Islote Gaveira y la Punta de Fuciño do Porco, atravesando la ría para descubrir la costa gallega. Unos lugares en los que sin lugar a dudas, se para el tiempo… zonas recónditas, calas y pequeñas cuevas en las que ojalá tengamos la oportunidad de adentrarnos con una buena zodiak. Escuchamos muchas anécdotas y aprendimos, gracias a Manuel, algunos métodos de pesca típicos de la localidad.

Después de esta desconexión total, y tras una buena comida gallega (de rigor), regresamos al Resurrection Fest para disfrutar de su fin. Un fin anunciado que nadie quería, pero que como cada año, debe suceder… pero esta vez con la particularidad de que también se cerraba un ciclo, al igual que para Slayer el jueves, para Berri Txarrak en la noche del sábado. Felices de estar allí, pero también con un toque amargo.

Llegamos al recinto justo al comienzo de Testament, para disfrutar del thrash más añejo… y es que aunque la banda lleve ya tres años sin publicar nuevo trabajo, no defraudan. Porque quienes degustamos también de un buen vino, musicalmente hablando, pudimos apreciar el gran repaso a su carrera del que nos sirvieron, paladeando temas como «Into the pit», «Over the Wall», «Electric Crown», «Disciples of the Watch» o «The Formation of Damnation». Así nos atraparon en el trash de la vieja escuela, al cual el público acompañó en más de una ocasión de circle pits y pogos a lo largo de la actuación.

Y justo tras ellos, en el Main Stage, llegaba Lamb Of God con toda su artillería pesada. Gracias a Son Stellae, pudimos presenciar uno de sus temas, además, sobre el Main Stage disfrutando sobre el mismo escenario de los artistas de sus propias vistas. También pasamos anteriormente por el backstage del escenario principal, por cierto bastante cuidado, donde nos topamos de frente con Testament, en un momento de descanso y conversación con la gente de su crew. No realizamos ninguna fotografía por respeto a la intimidad de los artistas, pero la imagen era completamente sencilla y «terrenal». La masa de gente era imponente, impresionante, así como increíble ver toda esa energía que desprendía cada uno de ellos, mientras Willie Adler se movía frenético sobre la tarima, guiñándonos un ojo, o Randall Blythe cantaba «You’ve Got Something To Die For», sucediéndose los crowdsurfing a lo largo de esta y otros muchos de sus temas. Mientras el concierto crecía, y así lo hacían los circle pits, llegábamos a «Ruin» y «Walk With Me In Hell», para más tarde disfrutar de «Blackened the Cursed Sun»… ¡encontrándonos a Gorka Urbizu disfrutando también desde detrás del Main! Toda una grata sorpresa, en la que compartimos una pequeña conversación para desearle suerte en el que sería el último concierto de Berri Txarrak en el Resurrection Fest.

Y así volamos hasta el Ritual Stage para reencontrarnos con Berri Txarrak y un público notablemente emocionado, que ya vibraba desde los primeros acordes de «Jaio.Musika.Hill» con los que entraban los de Lekunberri. Quienes hemos presenciado a lo largo de este año varias fechas de esta última gira, antes de su anunciado cese indefinido, podemos decir que compartían un setlist muy similar, que sin embargo no ocurría en Viveiro. Parece que la banda euskera había preparado expresamente unas canciones con las que presentarse ante el público en tierras gallegas: temas frenéticos, más punk, más hardcore… como su «Stereo». Tampoco faltó uno de los temas más internacionales de la banda, su «Denak ez du balio», que el público no paró de corear.

Debemos también citar uno de los grandes y más bonitos momentos de la noche del sábado, con la entrada de los Resukids al escenario para cantar junto a Berri su «Ikasten». Con tanta emoción desmedida y tantos Resukids sobre el escenario (cada año, nos alegramos, hay más), algo debió fallar, quizás un cable pisado, lo que provocó un fallo técnico que dejó a medias este tema de la banda. Sin embargo, todos ellos se despidieron de los niños entre abrazos y choques de mano. Sin lugar a dudas, un momento que recordar para siempre.

Así, continuamos con esta celebración de la banda que volvió a demostrar como tres son suficientes para llenar el escenario de una buena dosis de rock. Terminamos con un «Oihu» en el que el público se entregó al máximo, con pogos que llegaban hasta el escenario y muchos fans emocionados haciendo crowdsurfing.

A éste le sucedieron los directos de Within Temptation, con los que Brutality Will Prevail se solaparon muy a nuestro pesar, y los esperados Cult Of Luna, para acabar el festival con los chicos de La Calamine, Nasty.

A pesar de que muchos cuestionaban la presencia de Within Temptation en el festival, sin embargo su metal melódico sorprendió a muchos de los presentes. Resurrection Fest cada año amplía más la gama de géneros en el festival, y esto era una muestra fehaciente de ello. Como contraste a la alta intensidad que se vivía en el Chaos Stage con Brutality Will Prevail, estos cabezas de cartel subían al Main Stage con la clase y presencia de la que se caracteriza su banda. “Raise your Banner”, de su último trabajo, comenzaba a sonar en lo que fue un concierto tranquilo (y muy disfrutón), al que acompañaron con proyecciones de videoclips. Por supuesto, Sharon también interpretó must de la banda como “Stand my Ground” o “Angels”, que el público coreó a viva voz.

Finalmente, tras el gran espectáculo ofrecido por Cult Of Luna, que traían una puesta en escena muy interesante, regresamos al Chaos Stage para despedirnos de esta edición junto a Nasty, que compartió horario junto a King Diamond pero, aún con ello, consiguió llenar el espacio hasta los topes. Y es que tras la última gira de Route Resurrection Fest en la que acompañaron a Get The Shot y Stick To Your Guns por algunos puntos de España, éramos muchos los que queríamos volver a compartir canciones junto a los belga-alemanes.

Viveiro se llenó de hardcore de alta intensidad, muy propicio para aquellos que después de Within Temptation hubieran tenido una bajada de tensión… porque Nasty fueron pura cafeína. Con un público muy activo, se sucedieron los circle pit, y Matthias no paraba de bajar también con los que estaban en la primera fila para corear junto a ellos los contundentes estribillos como «At War With Love». Unos imprescindibles que nunca fallan, con los que terminamos una de las más memorables ediciones que hemos podido presenciar.

Enhorabuena Resurrection Fest… ¡y a por la XV Edición!

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