Analizamos su corta e intensa trayectoria a la que acompaña su primer trabajo homónimo
LAVIDA ya ha pasado por diversos festivales durante el pasado verano
Cuando un trabajo consistente, a pesar de su temprano recorrido, como LAVIDA consigue cerrar dos festivales y numerosas fechas, entre ellas una sala El Sol, vuelves a tener esperanza en la industria. Es digno de admirar. Y puede que el mercado también lo haga, y empiece a valorar a verdaderos músicos, en esto caso, a cuatro de los de extenso bagaje… 15 años de experiencia acumulada en la escena con diversas bandas da mucho que aprender. Y puede que, con todo ello, al fin se hayan dado cuenta del valor de LAVIDA, que ha reunido a estos expertos (como Jhonny Sánchez, que entre otros proyectos forma parte de Rayden como bajista) para conformar un nuevo concepto retrabajado durante dos años de búsqueda compositiva y sonido propio.
Su primer trabajo homónimo ha sido producido y mezclado por la propia banda, algo que ha dotado de mayor personalidad a este primer lanzamiento. Grabado en Sadman Studio (donde se han producido álbumes para bandas como Aathma, Adrift, Toundra o Jardin Delacroix) por Carlos Santos, se decidió masterizar en Street Studios de Örebro (Suecia) por Tony Lindgren, algo que muchos artistas optan por realizar fuera de las fronteras para salirse también de las tendencias de acabado nacionales y dotar así, de un carácter particular a su proyecto, lleno de arreglos y detalles muy cuidados y depurados. Por otra parte, podríamos decir que este primer disco ha sido «apadrinado» por unos invitados de lujo: Gabriel de la Rosa (Shinova) y Sean Marholm (Dinero) que colaboran en «Las Distancias» y «Funambulista», respectivamente.
Con todo, es ahora cuando damos explicación a esta gran aceptación tanto por la respuesta del público (que les ha hecho mantenerse en las listas oficiales de streaming de habla hispana de Spotify durante más de un mes y medio) como la crítica de la prensa («Una nueva inyección de vida» según nuestro compañero Yorgos Gourmas para Heavy Rock), sin olvidarnos de la complejidad de un booking que han sabido solventar con creces esta temporada de verano. Así, como conclusión,
LAVIDA es «un recién nacido con el conocimiento del más maduro adulto»
que aspira a comerse los escenarios en la temporada 2020, entrando de lleno en el circuito de festivales y el panorama nacional. Esperemos ver a Emi, Jhonny, Oscar y Alberto tanto en grandes escenarios, como así ha sucedido en el Capital Fest, como en los ambientes más íntimos de unas Basik Sessions o Home Concerts de nuevo.
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