Entrevistamos a St Woods con motivo del lanzamiento de su primer LP

Descubriremos la delicadeza y honestidad de ‘Bones’ al completo el próximo 8 de mayo

El joven madrileño St Woods sorprenderá el 8 de mayo con su primer disco de largo recorrido ‘Bones’. El artista, conocido como el «Bon Iver español», conforma una promesa nacional, que gracias a su sensibilidad y la originalidad de sus canciones le ha llevado a compartir escenario con Kaiser Chiefs, Jake Bugg o Julien Baker, entre otros, en sus respectivas giras Europeas. De hecho, es sonada su reciente firma con ATC Live, agencia de booking internacional de Nick Cave, Passenger y The Lumineers entre otros.

¿De su nuevo álbum? Ya hemos podido disfrutar de unas cuantas pinceladas gracias a lanzamientos como el de «A Part From God», con la exquisita interpretación de Nadia de Santiago en su videoclip, así como de «On me»,  single materializado en una breve y emocionante historia de carácter cinematográfico, protagonizada por Anna Castillo y Greta Fernández. Letras muy viscerales las de ambas canciones, que reflejan un momento crítico para el artista, con referencias muy personales, que generan una gran empatía y conexión con el artista y sus melodías.

Un disco que es realmente todo un descubrimiento del año, con sonidos electrónicos, indie folk de carácter intimista, experimentación del autotune como herramienta y nuevas rutas estilísticas que también llenan de delicada versatilidad lo que hasta ahora se conocía de St Woods. ‘Bones’ es un álbum también de ligeros contrastes, un camino de principio a fin y una terapia para escuchar desde el incio hasta su interesante propuesta de cierre, con una evolución donde

el disco coge fuerza tema tras tema a través de un exquisito equilibrio

gracias a canciones como «Fire» o «Wasted Love», donde atisbamos un carácter épico que llena de energía y vitalidad al nuevo trabajo.

El disco va cogiendo forma tema tras tema, nos va sumergiendo en ese entorno que has creado… ¿Entiendo que la forma de construir el LP es premeditada?

Sí y no. La selección del orden de las canciones sí, hay una intención de generar un todo canción a canción y que el concepto general del disco coja más forma. Hay ciertas canciones que por ejemplo, sí se escribieron una después de la otra. Después de “A Part From God” escribí casi en serie “Take All Your Things” o después de “Cinema” la de “Bones”, la última canción del disco. Hay cierta cronología… así se creó una sensación en el estudio que, sin intención previa, según iba avanzando el disco y a pesar de los diferentes estilos, dio esa musicalidad que lo completó todo. Pero para nada lo planteamos como un disco conceptual, no fue premeditado.

¿Es este un disco creado para soñar?¿Cuál es el eje principal, la historia sobre la que podría pivotar?

El disco se grabó con Luca Petricca en Estudios Reno y mi idea era la de grabar una serie de canciones y “a ver qué pasaba”. Lo que ocurrió es que, entre el día que reservé las fechas y el de la entrada a grabar, en ese margen, ocurren una serie de cosas, en mi familia perdemos a dos familiares muy cercanos y en mi entorno también sufro una serie de problemas personales. Entonces yo iba componiendo canciones, pero pensando que las que iba a grabar eran las que había planteado antes de todo esto. Y así, un mes antes de entrar en el estudio me encontraba con unas canciones que expresaban el duelo, que es un poco de lo que va este disco: un duelo constante. Y yo egoístamente

usé el estudio para superar dos meses que condicionaron los últimos dos años de mi vida.

Por eso es un disco que cuando lo escuchas a solas, posiblemente te evoque muchas cosas. Va sobre intentar superar algo, un dolor, que a pesar de que sabes que se va a ir pasando aún lo tienes ahí… pero por voluntad propia. Intentar pasar página de algo que en realidad sabes que no vas a poder pasarlo. “El drama del indie intenso.”

¿Es el silencio importante?¿Piensas que cada vez ese tipo de tensión compositiva se valora más?

En estas cosas para gustos, colores. Parece que la norma ahora es todo rápido y cuanto menos silencio y menos posibilidad de tensión, mejor. En el disco se juega un poco con estas tensiones de silencio y ciertas contradicciones a nivel lírico con respecto a la melodía. Es un recurso que funciona muy bien. Y si estás dispuesto a escuchar un disco completo o una canción, es una cosa que ayuda mucho.

Mientras unos ven el autotune como un recurso de apoyo vocal, tu pones foco en él como una herramienta instrumental… ¿por qué crees que sorprende tanto?¿Es este un país de puristas?

A Luca y a mi todo el universo de Bon Iver, y otros muchos artistas de esta onda, nos flipa, nos gusta mucho y creo que en el disco hay un uso del autotune que se percibe como un instrumento más. Hay canciones donde decidimos que la voz, como en “On me”, que es una frikada, el autotune está puesto de una forma que está borrando partes de la melodía vocal porque el piano entra por detrás con estas notas. Genera un mensaje completo, que por alguna razón que se escapa de mi entendimiento, te evoca una emoción en particular diferente a ser escuchada de la manera convencional.

En la industria hay mucho pureta de una y otra cosa.

En “Bones” por ejemplo, que es puro autotune, la referencia clave es Kanye West, que a mi me flipa. Yo lo que escucho es un producto final, la gente piensa que el uso del autotune es para “hacer trampas” y es algo que yo no llego a entender muy bien. Porque por ejemplo, Twenty One Pilots, que me encantan, se suben a un escenario y lanzan una cantidad de pistas de playback que en show es brutal pero nadie se lo cuestiona, y realmente es también un recurso…

¿Cuánto te has permitido experimentar a lo largo de ‘Bones’? Podemos percibir tu esencia, pero también nuevos matices que encauzan con el indie y la música alternativa de corte rock…

A la gente que ya ha podido disfrutar del disco, al comentarlo, me dice que le suena a música épica, como de película. Obviamente el mayor riesgo es la última canción, en la que jugamos con la voz, el autotune y el teclado. Pero para mí la mayor experimentación ha sido dejar el disco en manos de Brais y de Luca. Porque hay canciones como “Fire”, “Wasted Love” o “River” que han sido dirigidas bajo esa función que debe realizar el productor de un disco, entonces he aprendido mucho de cómo escribir canciones desde cierta inteligencia emocional. La experimentación quizás no haya sido tan loca a nivel instrumental, pero sí en cuanto a las estructuras de las canciones o de las melodías de los temas de los que te hablaba.

Me gustaría hacer una pausa para hablar concretamente de “Fire”, un tema bastante directo y con un gran trasfondo social… ¿podrías contarnos más?

Lo primero de todo, había una canción que iba a entrar en el disco, que no era “Fire” y que ni a Luca ni a Brais les convencía, no encajaba. Entonces me plantearon hacer una canción los tres, en el estudio, desde cero, y sin influencia de nada: así nació “Fire”. Llevábamos grabadas ya como siete canciones y estaba algo cansado, necesitaba desconectar un poco, incluso de mí mismo. En un momento de descanso, me salió una noticia de que en un pueblo de EEUU un padre había asesinado a su hijo de un disparo por el hecho de ser homosexual. Empezamos a hablar del tema, y me puse en lugar del chaval. Monté mi propia historia sobre que hubiera pasado si él hubiera huido a tiempo, con su familia… entonces es la historia de qué hubiera sucedido. No tenía intención de que fuera reivindicativa tampoco. Hay mucha originalidad en cuanto a la letra, creo que nos quedó algo guay y cuenta una historia que aunque tildada con un poco de ficción, habla de un problema real y latente que contado así me parecía curioso hacerlo.

 

Pasando al plano de los videoclips… ¿concibes estos como unos pequeños cortos para interpretar el mensaje de tus canciones? Personalmente, “A Part From God” es capaz de emocionarnos, sobretodo en la situación actual…

Sí, cuando terminamos el disco pensamos en una serie de videoclips y se alinearon los astros. Empezamos a soñar en cómo serían los videoclips y a mi me flipaba el poder tener la posibilidad de hacer una especie de cortos, como de mini-historias, y una de las referencias más grandes que tuvimos es la de The Lumineers, como ocho videoclips que juntos forman una película de media hora. Obviamente no tengo los medios para hacer semejante producción pero bueno, al final la razón de que “On me” o “A Part From God” esté emocionando y se esté viendo representado ahí es porque tanto el proceso de idear antes de rodar como durante el rodaje fue tan, tan honesto. Tuvimos momentos en el que el equipo al completo rompió a llorar. El videoclip de “A Part From God” se rodó dos días antes de que se vendiera la casa de mi abuela… había parte de la familia durante el rodaje, una implicación emocional enorme. Además con las actrices había mucha conexión porque al final son amigas, y ambas conocen la situación y la historia desde dentro, más allá del briefing que puedas darles para actuar. Sabían la versión completa.

¿Cómo ves el estreno de ‘Bones’ en España?¿Cuáles son tus perspectivas en el extranjero?

Es una pregunta que hace un par de meses podía contestar con seguridad pero ahora, lo dudo mucho… no sé, nos planteamos retrasar la salida del disco pero tampoco quería esperar más yo. En España irá todo lo que pueda ir de bien dentro de que es un territorio en el que fundamentalmente se habla español y esto es indie en inglés. Esto es como una maratón, es algo a largo plazo, y hay que ir trabajando poco a poco. Aún así, es un proceso muy agradecido.

Fuera en realidad estoy más jodido. Porque ahora iba a ir a tocar a un par de festivales en Reino Unido y abrir así más fechas en Europa. Ahora está todo cancelado y seguramente no haya festivales hasta el año que viene. Entonces… es un año un poco vacío en el que no sabes muy bien qué te va a deparar. Mi idea es sacar este disco y continuar con otro. No por deferencia a este sino para dar continuidad a mi carrera.

Ahora pongo miras en la presentación del disco en Madrid… habíamos planteado hacerla en estos días pero claro, al final no ha podido ser. Dentro de los diferentes objetivos este es el principal. Seguiré sacando videoclips de singles para mover en toda la medida posible el nuevo disco, dentro de estas posibilidades.

 


 

Nota del editor

Es curioso, pero la vida te regala increíbles coincidencias como esta. Conocer y preescuchar ‘Bones’ ha sido una señal, un duelo que para quien escuche a St Woods y encuentre esta nueva publicación ojalá sea más conceptual. Sin embargo es este un proceso que para mí, canción a canción, he podido, si el propio artista me lo permite, convertir en extremadamente personal. Casi como un ritual emocional, sincero, evocador. Como él mismo decía en una de las preguntas de esta entrevista, hay heridas que tratamos de sellar pero que de algún modo, no estamos preparados para acabar de cicatrizar. Duelo y dolor comparten muchas letras. Demasiadas.

Papá, esta es la primera entrevista que no podrás leer, sobre la que no podremos hablar, un disco que no llegarás a escuchar… Has sido un gran lector, y has apoyado este proyecto como nadie más, y eso es algo que entre otras muchas cosas, siempre me llevaré con tu recuerdo y llevará también cada una de las líneas que aquí se escriban. Hace veinte días que el cáncer pudo contigo. Y este disco, esta entrevista, sin lugar a dudas va para ti. 

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