Nunca antes un género como el post-hardcore había sido tan necesario
Sobre cómo lidiar con la oscuridad (y con tu propia mente) a través de un género tan representativo
Son tiempos difíciles, no nos vamos a negar. Momentos en los que, por mucho que tu vecino quiera escuchar a Tusa (ojo, sin desmerecer) a todo volumen a eso de las 20hrs de la tarde, puede que tú no lo aguantes más. Y es que cada uno lleva este encierro como buenamente puede, sin ser requerimiento necesario hacer twerking desde el balcón para desfogar, después de las aclamadas y ya rutinarias palmas. Y es aquí, donde algunos de nosotros, nos refugiamos (con nuestros sentimientos) en un género tan expresivo como el post-hardcore con matices screamo, que parece conectar cada vez más con gran parte de la sociedad: La Dispute llegaba a Mad Cool Festival el pasado año, Touché Amoré hacía sold out en Madrid y Viva Belgrado se postula probablemente como la banda nacional de este género por excelencia, llegando también a triunfar en festivales que podríamos tildar de «demasiado comerciales» para quienes nos movemos por el entorno de este subgénero del underground. ¿Y esto por qué? Reconozcámoslo, necesitamos llorar, necesitamos purificarnos, limpiarnos por dentro, soltar cualquier mal que turbe nuestro interior, y hay que reconocer que estos artistas, casi como ningún otro, saben cómo hacernos vibrar, actuando directamente ahí, donde más duele, para saciarnos una y otra vez de esta necesidad.
Quizás como una especie de retorno, puede que la parte «más emo» de nosotros mismos haya salido a la luz durante esta cuarentena, y puede que también, necesitemos realizar esa maravillosa catarsis a través de artistas como Birds in Row y Petrol Girls, conectando con ellos tanto como con otros muchos artistas nacionales: Trees Will Tell, Altair, Boneflower, Descubriendo a Mr. Mime y un largo etcétera. Ante esta situación, donde probablemente en más de una ocasión experimentemos sensaciones de frustración, ansiedad, soledad o tristeza, no hay nada mejor que soltar toda esta energía negativa, ese duelo, conectando con estos artistas.
Porque ésta es una nueva lectura del propio romanticismo, es una representación artística de la propia humanidad, un reflejo de «Las Flores del Mal» de Baudelaire, un sentimiento coetáneo compartido por todos nosotros, del cual nos necesitamos desprender… y quizás el secreto se encuentre en estas emocionantes melodías.
Pensada en esta situación, Blanquinni.com propone esta playlist fundamentada en este subgénero (y con algún matiz de otros más) con el que equilibrar nuestro interior durante estos días de encierro. Descubre todas las canciones AQUÍ